La correcta elección del indicador en una valoración

LA ELECCIÓN DEL INDICADOR

Los indicadores son substancias que en disolución diluida y para un determinado valor de pH experimentan un cambio en alguna de sus propiedades física, normalmente su color. Lo más frecuente es que se trate de ácidos o bases débiles de naturaleza orgánica, en las que el ácido y su base conjugada tienen distinto color.

El cambio de color no se produce a un pH determinado, sino que tiene lugar en un intervalo de dos unidades de pH al que se le llama zona de viraje.

Se llama punto de equivalencia al instante en el que la cantidad añadida de valorante haya reaccionado con la cantidad exacta de disolución problema.

Es evidente, que debido al fenómeno de hidrólisis el punto de equivalencia no será el mismo en el caso del cloruro de sodio (sal de ácido fuerte y base fuerte) que en el del sulfato de amonio (sal de ácido fuerte y base débil), por lo que habrá que escoger en cada caso el indicador que cambie de color en el intervalo que contenga el punto de equivalencia correspondiente a cada valoración.

A continuación se presentan una serie de indicadores con sus correspondientes intervalos de viraje  y con los colores que presentan respectivamente en medio ácido y en medio básico.

De estos indicadores sería conveniente que en el laboratorio hubiese por lo menos tres: el naranja de metilo, el tornasol y la fenolftaleína, que cubren un abanico muy amplio de pH.